Rio de Janeiro, en la década de 1970, era el escenario de Loco Amor, cuya trama central trataba del amor entre personas de diferentes clases sociales. Una joven rica Patricia (Bruna Lombardi), hija del primer matrimonio del embajador André Dumont (Mauro Mendonça), estaba enamorada de Luiz Carlos (Fábio Jr.), joven pobre, hijo de Isolda (Nicette Bruno), empleada de la familia. Desde pequeño, Luiz Carlos también sentía total adoración por Patricia.
A quien no le gustaba para nada ver a la sofisticada joven interesada en el hijo de la empleada era a Renata Dumont (Tereza Rachel), la esposa de André y madrastra de Patricia.Renata Dumont era una mujer ambiciosa. Estudio cine, pero abandono su carrera para casarse con el entonces joven diplomático André. Inteligente y sagaz, ayudo a su marido a construir una bella carrera. Era conocida internacionalmente por su elegancia. Narcisista al extremo, era gentil con los que amaba y fría con los que no formaban parte de su pequeño mundo.
Su marido, a su vez, era un hombre exquisito, de familia tradicional, extremamente correcto, íntegro, equilibrado y gentil con el prójimo. Enamorado de Renata, con quien tiene un hijo, Lipe (Lauro Corona), termina siempre disculpando el comportamiento y las actitudes de su mujer.
Durante la fiesta de celebración de los 17 años de Patricia, un acontecimiento decide el destino de los dos enamorados. Renata prohíbe a Luiz Carlos participar en la fiesta, encargándole la tarea de estacionar los autos de los invitados. Rebelándose por la humillación, el muchacho decide vengarse de la esnob patrona y suelta a los perros de la mansión, los que invaden los salones y atacan al dueño de la casa. Enfurecida con la petulancia de Luiz Carlos y dándose cuenta de que no va a ser fácil apartarlo de Patricia, Renata decide mandar a su hijastra a estudiar a Europa, para dar, entonces un fin definitivo al romance entre los dos.
Seis años después, Patricia retorna a Brasil. Ya tiene 23 años y es madre del pequeño João (Eduardo de Micheli), mas no revela la paternidad del pequeño. Luiz Carlos, a su vez, estudio Comunicación Social, pero trabaja en una zapatería, porque no ha conseguido entrar al mercado del trabajo. Los dos se reencuentran, pero, a pesar de la euforia inicial, luego sienten que algo entre los dos se perdió. Ella ya no parece dispuesta a cambiar su confortable vida, y el ya no siente el mismo amor adolescente de antes. Luiz Carlos piensa que es el padre de João, más Patricia lo niega. Cierto día, el descubre que el niño es su hijo y decepcionado con la mentira de Patricia, decide sacarla de su vida.
Frustrado, Luiz Carlos comienza a dedicarse enteramente a la vida profesional. Él consigue um trabajo en la revista Stampa, en la que el editor es Guilherme (Reginaldo Faria). Al poco tiempo, Luiz Carlos se acerca a Claudia (Glória Pires), también periodista recién egresada y colega de su facultad, una joven de origen humilde, muy determinada a subir en la vida. La empatía entre los dos es inmediata, y ellos comienzan a vivir una historia de amor.
Madura, inteligente y talentosa, Claudia (Glória Pires) vive con su madre, la costurera Isa (Arlete Salles), y su hermana, la tímida Carla (Beth Goulart). Sufre con la eterna pelea entre su madre y su padre, el dulce Alfredo (Fernando Torres). Isa guarda rencor a su ex-marido por que el nunca ayudo financieramente en la casa. Fotógrafo de un periódico carioca, Alfredo no tiene la menor estabilidad financiera y vive endeudado.
Antes de involucrarse con Luiz Carlos (Fábio Jr.), Claudia tenía una relación con Lipe (Lauro Corona), más que nada por el interés en la posición social del joven. Lipe es un joven romántico, soñador, muy amigo de Luiz Carlos. El sufre al darse cuenta que Claudia no lo ama, pero no le guarda ningún rencor cuando descubre que la joven está enamorada de Luiz Carlos, su gran amigo.
Al poco tiempo, él logra olvidar a Claudia y se involucra con la hermana de ella, Carla. Es con ella inclusive, con quien se casa al final de la novela.
Preocupada de las buenas relaciones de la familia, la arrogante Renata también se entromete en la vida de su cuñado, Edgar (José Lewgoy), quien se enamora de la simplona manicurista Gisela (Lady Francisco), para su desespero. Fue especialmente afortunada la caracterización hecha por José Lewgoy del viejo desmemoriado al que cada vez que le corregían una falla de memoria, respondía: …yo no sé?!” En tono ofendido. Esa forma pausada de hablar transformo la exclamación del personaje en un dicho popular. A quién más se le oía la expresión era a su mayordomo inseparable, Goncalo (Clementino Kele).
Otra pareja importante en la trama estaba formada por Guilherme y Muriel (Tônia Carrero). Guilherme (Reginaldo Faria) era dueño de la revista Stampa, un hombre relajado, franco y muy coqueto. Estaba casado con la sofisticada Muriel, una mujer mayor que él, elegante, culta, que ya hizo de todo en la vida. Ávida por nuevas experiencias, Muriel está llena de vida y completamente enamorada de Guilherme.
El romance entre José Augusto (Antonio Fagundes) y Lucia (Christiane Torloni) también sobresale en Loco Amor. El joven es hijo de Muriel y ella hermana de Guilherme. Al inicio de la trama, Lucia tiene una vida infeliz al lado de su marido Fernando (Carlos Eduardo Dolabella). Excelente esposa y dedicada madre, se siente sofocada con la rutina de sus días, siempre moviéndose en las altas esferas de la sociedad.
Su vida da una vuelta completa cuando conoce a José Augusto, un periodista comprometido, con una personalidad excepcional, que se enfrenta a la vida con sencillez envidiable. Los dos se enamoran y viven una bella historia de amor.A lo largo de la trama, André (Mauro Mendonça) muere en un accidente, dejando a Renata (Tereza Rachel) y a Patricia (Bruna Lombardi) en la miseria.
Él se cae de un techo de una altura de más de diez metros. Otras malas noticia aún estaban por venir. Claudia e Isolda revelan muchas verdades sobre la vida de Renata, lo que es un shock para todos. Renata se llama en realidad Agetilde Roca, y es hija de Agenor Rocha (Mario Lago), el padre que escondió toda una vida. Ella cambió su nombre para ocultar su pasado. La villana era responsable de la muerte del hermano de Edgar y de Andrés. El tenía un amorío con ella cuándo descubrió que ella lo traicionaba con un camarero. El muchacho no perdono la traición y le disparó a su amante, siendo arrestado más tarde. Termino suicidándose en la cárcel, al sentir terriblemente avergonzado. Para deshacerse de las consecuencias posibles, Agetilde se va a Río de Janeiro a rehacer su vida y llamándose Renata. A continuación, le pide a su gran amiga Isolda - las dos estaban muy cerca y compartían una casa – que crie a su hijo junto con el de ella.
Isolda se lleva a - Márcio (Carlos Alberto Riccelli) y a Luiz Carlos – a Lorena, Sao Paulo, para que se crien con la ayuda de la madre de Renata. En Río, la impostora se casa con el millonario Andres y sólo permite que su hijo venga a la ciudad después de la muerte de su madre. Isolda trae a los dos chicos y sigue las indicaciones de Renata, comenzando a trabajar como cocinera en la casa de Edgar. El hijo de Renata, que ella creía que era Márcio, se va a vivir con su abuelo Agenor.
Entre tanto otra revelación sorprenderá a Renata: realmente ella es madre de Luiz Carlos, a quien tanto discriminaba y no de Márcio. Isolda intercambio a los niños para lograr que su hijo biológico tuviera mejores condiciones de vida que las que ella podía proporcionarle como cocinera. Isolda decide revelarle la verdad a Renata después del asesinato de Márcio. El joven muere en una explosión de la lancha de Edgar, y Luiz Carlos es encarcelado como sospechoso del crimen. Isolda intenta convencer a Renata para que declare a favor de Luiz Carlos, su verdadero hijo, para salvarlo de la cárcel. Y es lo que ella hace. La noticia no cambia los sentimientos de rencor de Luiz Carlos hacia Renata, pero el acepta a su verdadero padre, Sérgio (Milton Moraes).
Renata intenta impedir el casamiento de Luiz Carlos con Cláudia para permitir el acercamiento a Patrícia. Para ello, chantajea al periodista con una grabación en la que Alfredo, borracho dice que mataría a Edgar, haciendo explotar su lancha, si fuese por el bien de sus hijas. Renata amenaza a Cláudia, diciéndole que entregara esa grabación a la policía, incriminando Alfredo, si ella no desiste de casarse con Luiz Carlos y de vivir en Brasília. La joven, entonces desiste del casamiento. Guilherme y Muriel, entretanto ayudan a robarle la cinta a Renata.
Después de las investigaciones, el delegado Cunha (Ivan Cândido) encuentra al verdadero asesino de Márcio. De hecho, el objetivo no era Marcio. Habia sido Fernando, quien manejaba la lancha, pero a quien quería matar era a Edgar, su compañero. Fernando es detenido.
Luiz Carlos termina la novela feliz, al lado de Cláudia y de su hijo, João. En el plano profesional, también se realiza: en sociedad con Muriel, abre una editora.
Patricia se revela como una mujer interesada, se carácter dudoso. Después de perder el amor de Luiz Carlos, intenta conquistar a un hombre rico de cualquier manera, llegando a insinuarse a Guilherme. Pero termina la novela sola, empleada en una tienda de joyas. La Renata esnob se ve obligada a bajarse de los zapatos de tacón alto: sin dinero y sin prestigio, se traslada a Teresópolis, región montañosa de Río de Janeiro, donde asume el cargo de gerente de una modesta pensión de la ciudad, el hotel Esperanza.
Muy buen trabajo. Buenos recuerdos, yo la vi cuando era niño. Gracias por tan lindo artículo. Saludos desde Uruguay.
ResponderEliminarLa recuerdo poco pero la vi cuando era chico . Recuerdo que en chile fue muy exitosa cuando se exhibió en 1986 y este éxito trajo al festival de viña del mar a fabio Junior en 1987 como jurado y cantante. Dicen que en Brasil no fue considerada una de las mejores de Gilberto braga
ResponderEliminaryo la vi y me tree tantos rcuerdos muy linda novela me acuerdo el final conese sr actor cuando izo fin y dice y acaso yo no lo se .. jaa me mataba de la risa grandes actores los brsileños saludos desde ezeiza buenos aires
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