AMOR CON AMOR SE PAGA (1984)

La historia ambientada en Monte Santo, una ciudad ficticia del interior en desarrollo. Nonô Corrêa (Ary Fontoura), personaje inspirado en el Avariento de Molière, es el protagonista de la trama, de aquellas que marcan la historia de la teledramaturgia brasilena.

Pan durísimo, Nono pone candados en el refrigerador y en los armarios de las despensas para evitar que sus hijos, Elisa (Bia Nunes) y Tomaz (Edson Celulari), coman más de lo que él considera necesario. Además de eso, Nonô prohíbe a los jóvenes que se repitan las comidas, corta la luz de la casa a partir de cierta hora de la noche y se viste con ropas viejas. Su mayor preocupación en la vida es economizar.

Nonô nunca se olvida de aumentar el valor de los alquileres de los apartamentos que arrienda, dejando a los inquilinos desesperados. Lo curioso de la historia es que Nono es muy rico y oculta toda su preciosa fortuna. El único que conoce su secreto es Anselmo (Carlos Kroeber), su compañero fiel que es capaz de guardar todos sus secretos, en nombre de años de amistad. Por otra parte, Anselmo está enamorado de Elisa, y le encanta visitar a Nonô para estar más cerca de la persona amada.

Otro personaje que sufre con las mezquindades de Nonô es su empleada Frosina (Berta Loran), que hace más de 20 años trabaja para él. Ella no recibe salario hace meses, pero no abandona la casa, porque además de adorar a Elisa y a Tomaz, prometió a su madre fallecida que cuidaría de ellos.

Tomaz es un joven alegre, optimista y muy travieso. Su mayor entretención es intentar descubrir donde su padre esconde su tesoro. Es muy unido con su hermana Elisa, una muchacha tímida e insegura a quien protege. Elisa muere de miedo de su padre y hace todo para no contrariarlo.

En cierto momento de la historia, un huerfano Zezinho (Oberdan Junior), se cruza en el camino de Nonô. El niño conquista el corazón del neurótico señor, y los dos empiezan a divertirse mucho en compañía del otro. Nonô se encariña cada día mas con el pequeño hasta que decide adoptarlo, dejando a todos los moradores de la pequeña ciudad sorprendidos. El vínculo afectivo con Zezinho cambia completamente la vida de Nonô: el rudo y cruel avariento se vuelve cada vez más dulce y sensible.

El gran misterio del escondite de Nonô es develado por Frosina. En los capítulos finales, ella finalmente descubre el lugar secreto del cuarto donde guarda dinero y muchas joyas. Influenciado por Zezinho, Nonô acaba pidiendo a Frosina en casamiento, y ella acepta. En el último capítulo de la novela, los dos oficializan su unión en una bella ceremonia.

El místico Tio Romão (Fernando Torres) es otro personaje importante en la novela. Todos desconocen su origen, mas simpatizan con sus dulces y sabias palabras, a veces profeticas. Tio Romão distribuye chazinhos de camomila com no me olvides a los moradores de Monte Santo, con la intención de traerles tranquilidad. Solidário al extremo, es lo opuesto de Nonô (Ary Fontoura): conversa con todos los que lo necesitan y está siempre dispuesto a ayudar al prójimo.

Otros personajes importantes en la trama son el prefecto Barreto (Milton Moraes), un político demagogo y ambicioso;

Maria das Graças (Yoná Magalhães), una sobrina amante de Estados Unidos de Nonô, que solo acepta ser llamada Grace y es dueña de una tienda de productos importados;

y el médico Vinícius (Adriano Reys), un hombre íntegro, que ama su profesión por encima de todo. Vinícius es el padre de la bella Mariana (Claudia Ohana), de la injusta Isabel (Narjara Turetta) y de Renato (Miguel Falabella), que suena con ser médico, así como su padre.

La trama se complica cuando la joven Mariana se cruza en el camino de Nonô y de Tomaz (Edson Celulari). Al conocerla, Nonô queda encantado con la joven e insistente, decide pedirle matrimonio. Ella decide aceptar la propuesta, pensando en sus padres, Vinícius y Helena (Beatriz Lyra), que tienen una deuda con el viejo avariento. Casandose con Nonô, la deuda estaría perdonada. Mariana, no obstante, está enamorada de Tomaz, con quien tuvo un romance en los primeros capítulos de la novela. Todos quedan muy sorprendidos cuando la joven declara que se casara con Nonô, principalmente Tomaz, que disputara el amor de la muchacha con su padre.

Mariana se arrepiente de haber aceptado ser novia de Nonô, pero no tiene el coraje para terminar el noviazgo. Ella, entonces, decide fingir que está loca para ver si el desiste de ella. El plan de Mariana resulta y cada día, Nonô queda más asustado por el comportamiento de la joven. Un día, ella decide romper el romance, y él se siente aliviado. El camino queda libre para Tomaz, que corre al encuentro de su amada.

A pesar del disgusto de Nonô, él se casa con Mariana, y los dos terminan la novela juntos y muy felices. En el día del casamiento de Nonô y Frosina (Berta Loran), exhibido en el último capítulo de la novela, Marina y Tomaz son bien recibidos por el anfitrión de la fiesta, para a alegría de todos.

La hermana de Tomaz, Elisa (Bia Nunes), termina entrando a una situación difícil al conocer a Gustavo (Caique Ferreira), un joven economista que va al Monte Santo tratando de empezar su vida. Al enterarse de la fortuna de Nonô, se acerca a Elisa interesado en su dinero. A lo largo de la historia, sin embargo, Gustavo se enamora realmente de la joven, y ellos también terminan la novela juntos.

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