VEREDA TROPICAL (1984)




El tema central de Vereda Tropical, ambientada en São Paulo, son las relaciones familiares. Los conflictos de la historia giran en torno a la familia de Silvana (Lucélia Santos), la madre de Zeca (Jonas Torres), y el abuelo paterno del muchacho, Oliva (Walmor Chagas).
Silvana es una chica sencilla, criada por su abuela Paz (Standard Geraldy) desde la infancia, cuando perdió a sus padres. Trabajadora de la fábrica de perfumes CPP, se destaca como líder en el trabajo. Allí conoce a Victor (Lauro Corona), hijo de Oliva, el dueño de la fábrica. 



Los dos comienzan un romance. Pero Victor abandona a Silvana embarazada y sufre un accidente automovilístico fatal en los primeros capítulos de la novela. Cuando nace Zeca, Oliva decide luchar con Silvana por la custodia del niño.
Oliva es un hombre poderoso, viudo y padre de cuatro hijos: Víctor, Catarina (Marieta Severo), Verónica (Maria Zilda) y Gabi (Cristina Pereira). Después de la muerte de Víctor, él decide hacer de Zeca su sucesor, y trata por todos los medios de ganar el amor y la custodia del niño. Su determinación intensifica la lucha de las hermanas por el control de la fábrica de perfume.
Catarina la mayor de las tres hijas de Oliva, fue abandonada por su marido y regresó a casa de su padre con su hijo Teo (Marcos Frota). Resistente, orgullosa y fría, es la actual directora de CPP, pero no es compatible con la línea de productos populares de la empresa - la fortaleza del negocio. Ella se siente amenazada por la llegada de Zeca y decide advertir a las hermanas. Verónica, a su vez, es una mujer sensual a la que le encanta provocar a los hombres. Soltera y de buen carácter, no se preocupa por el curso de los negocios, y sólo piensa en disfrutar de la buena vida que lleva gracias al dinero de su padre. Y 





Gabi, la más joven de las tres, es la más parecida a su padre, a pesar de que es adoptada. Irreverente y luchadora, ella dice lo que viene a la mente, lo que le genera conflictos en el hogar, en la escuela y con los amigos.









Otro personaje importante en la trama es el jugador de fútbol Luca (Mario Gomes), querido por todos los habitantes de Vila dos Prazeres, donde vive con su madre, Bina (Georgia Gomide), y sus hermanos Marco (Paulo Betti), Angelina (Angelina Muniz) y Francesco (Pablo Guarnieri). Alegre y franco, Luca siempre esta siempre bien con la vida, a pesar de su temperamento explosivo, lo que dificulta su sueño de convertirse en un delantero reconocido. 


Vive pasando sin éxito por diversos equipos Paulistas de la segunda división. Es el novio de Silvana, y es adorado por Zeca. La afectuosa relación del jugador con el chico conquisto a los telespectadores.
La relación de Luca y Silvana es sacudida por Verónica, con la que el delantero se involucra. Él casi se casa con la hija de Oliva, pero la abandona el altar, reconciliandose con la ex novia. Los dos terminan juntos y felices, y Verónica entra en un convento.





El tono de humor de Vereda Tropical hizo que el villano Oliva en sus intentos para quedarse con su nieto, no fuera tan malvado. Catarina es la que resultó ser una villana astuta, haciendo todo lo posible para apartar a Zeca de la familia, para que no heredase todo el patrimonio de su padre. En los capítulos finales, Catarina secuestra a su sobrino, pero el inteligentemente, huye de su escondite. 





El niño, que estaba bajo la custodia de su abuelo en ese momento, va a casa de su madre, quien decide abandonar la ciudad con Luca y su hijo. Mientras tanto, una gran movilización popular sale a la calle para defender a Silvana, forzando a Oliva a entregar la custodia de Zeca a la madre con la promesa de no molestarlos más. El CPP va a la quiebra, y Oliva y Catarina terminan la historia sin dinero ni poder.




Uno de los aspectos más destacados del último capítulo de Vereda Tropical fue el debut de Luca en el Corinthians. Descubierto por el equipo, el delantero juega en el estadio lleno de Morumbi en Sao Paulo.El restaurante italiano La Tavola de Michele, situada en Vila dos Prazeres y liderado por la señora Bina (Georgia Gomide), reúne a la mayoría de los trabajadores de la fábrica de perfumes. Es en la cantina donde gran parte de la acción sucede. 






El bachiller Jamil (Gianfrancesco Guarnieri), por ejemplo, es uno de los clientes habituales de la casa. Es rival de Oliva, y es dueño de una pequeña industria de esencias y guarda el secreto del éxito de la línea más exitosa del CPP, desesperando al propietario de la fábrica. A lo largo de la trama, se enamora de Silvana (Lucélia Santos).











El personaje de Teo (Marcos Frota) conquistó al público con su tartamudez y su fértil imaginación. Muy tímido y con miedo de todo lo que le rodea, Teo intenta acercarse a su madre, Catarina (Marieta Severo), y a su abuelo, Oliva (Walmor Chagas), pero no es bien recibido por ninguno de ellos. Además, no sabe cómo acercarse a las mujeres, ni cómo hacer amigos. Solitario, vive en un mundo paralelo, donde imagina ser un superhéroe: Super-Teo. Poco a poco, el muchacho se acerca a Gabi (Cristina Pereira). Al final de la historia, consigue conquistar su amor.


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