GABRIELA (1975)

La novela Gabriela fue exhibida por Red Globo en 1975 y fue una libre adaptación del romance de Walter George Durst “Gabriela, Clavo y Canela”, obra de Jorge Amado.
Producida para conmemorar los diez anos de la Red Globo, la obra recibió todo el tratamiento digno de una superproducción en todas sus etapas.
La trama transcurría en 1925, cuando una devastadora sequía obligó a las poblaciones hambrientas del Nordeste a huir hacia el sur del país en busca de la sobrevivencia. Hubo quienes emigraron a Ilhéus, en Bahía, una región que empezó a progresar gracias a la siembra y comercialización del cacao. Con ellos llegó a la joven Gabriela (Sonia Braga).

Huérfana desde pequeña, la niña vivió por un tiempo bajo el cuidado de un tío y trabajo en el campo hasta que la sequía la obligó a irse. En Ilhéus, encontró trabajo como cocinera en la casa de Nacib, el "Turco" (Armando Bogus), con el que llegó a tener una historia de amor poética y sensual.

La Joven Gabriela, era una chica con aroma a clavo de olor y de color canela, hermosa, llena de vida y dueña de una sensualidad espontánea. Pronto se convirtió en el principal objeto de deseo de los hombres de la ciudad y en la envidia de las mujeres. Muy sencilla e ingenua, le resultaba difícil asimilar las reglas de comportamiento de la sociedad de Ilheus.

Mientras Nacib, había nacido en Siria y se había criado en Brasil, donde fue registrado, era un hombre de alma luminosa de risa y conversación fácil. Era el dueño del bar Vesubio, lugar de desfile de varias figuras pintorescas de la ciudad de Ilhéus, como el profesor Joshua (Marco Nanini), Alfredo Bastos (Hemilcio Fróes), Berto Leal (Mario Gomes), Juca Viana (Pedro Paulo Rangel) Ezequiel Prado (Jaime Barcellos), el doctor (Ary Fontoura), John Fulgencio (Luigi Orione), Tónico Bastos (Fulvio Stefanini) y Tuisca (Cosme dos Santos).

Debido a su forma amable y de buen carácter, el "Turco" sabía todo lo que estaba pasando en la vida de otras personas, aunque era conocido por ser discreto y confiable y no emitir opiniones comprometedoras. Amaba a las mujeres y antes de conocer a  Gabriela frecuentaba como la mayoría de los hombres de Ilheus, el “Bataclan”, un cabaret animado por las "chicas" de María Machado (Eloísa Mafalda), entre las que estaba su favorita: la hermosa y atrevida “Zarolha” (Dina Sfat ).

La llegada de Gabriela cambio la vida de Nacib. Antes de ella, sólo contaba con la ayuda de Chico Moleza (Tonico Pereira), su ayudante en el bar, y Arminda (Thelma Reston), que realizaba algunas tareas de la casa. Después que Gabriela se convirtió en su cocinera, se enamoró de la chica y comenzó a tener una aventura con ella. Pero la naturaleza libre, impulsiva y sin pudores de Gabriela lo volvió celoso y furioso. Ella se divertia con los niños que jugaban en la calle como si fuera uno de ellos, y no tenía plena conciencia del efecto que tenía sobre los hombres, a los que tuteaba, sin distinción. 

Cuando quedaba admirada al ver a un hombre joven hermoso, daba rienda suelta a lo que pensaba y decía, con naturalidad, "Qué belleza de muchacho!". En una de las escenas antológicas de la novela, Gabriela, vestida con un diminuto vestido, sube en el techo de una casa para coger una cometa de un niño, que había cogido un azulejo. En la calle, los hombres asisten a la escena maravillados como el dado "turco" de los celos.

La solución encontrada por Nacib fue casarse con la joven Gabriela. Así, podría dejar de ser su criada y quizás se acostumbraria a comportarse de una manera más civilizada.

Ella, sin embargo, no podía cambiar su forma de ser. Incluso después del matrimonio, ella continuó tratando a su marido como "el señor Nacib" y se comportó de la misma forma libre de antes.

Cerca del final de la trama, Gabriela termina cayendo con la labia de Tónico Bastos, padrino de casamiento de Nacib.

Dueño de la Oficina de Registros de la ciudad y heredero de las plantaciones de cacao de su padre, Tónico Bastos era una especie de Don Juan, a medio camino entre la elegancia y un canalla, que seducía a las mujeres solteras o casadas y se desvive en disculpas y mentiras con su esposa, la celosa Olga (Angela Leal). Siempre vestido con trajes y sombreros impecables, todos los días se detenía en el Vesubio, religiosamente, para tomar una copa antes de volver a la oficina. Tenía un aire pícaro y usaba bigote y levantaba una ceja mientras repetía su discurso de defensa de los huérfanos y las viudas. Tenía la costumbre de cerrar todas las conversaciones diciendo casualmente: "Ya te di mi tarjeta?".

La traición de Gabriela con Tonico fue un golpe duro para Nacib. Descubrió a los dos en la cama y expulso a la mujer de la casa. Gabriela encontró refugio en el Bataclan. Al final de la novela, Nacib finalmente la perdonó y fue personalmente a buscarla en el cabaret. 

La historia de Jorge Amado mostraba la transformación de las costumbres patriarcales de Ilheus. Al comienzo de la historia, la amenaza de la sequía había logrado lo que parecía imposible: las principales fuerzas religiosas de la ciudad - representadas por los devotos de San Jorge de Ilhéus, protector de los pobres; San Sebastián, padrino de los ricos; y Santa Magdalena, patrona de los bohemios y prostitutas - se reúnen alrededor de la iglesia del Padre Basilio (Jorge Cherques) para orar juntos por mejores días.

El coronel Ramiro Bastos (Paulo Gracindo), agricultor que domina la región hace años - reeligiendo políticos a expensas de elecciones falsificadas - intenta aprovecharse de la situación política y promueve una procesión con la participación de todos los devotos. A los 82 años, él era un hombre seco y autoritario, que se daba cuenta de que los tiempos estaban cambiando y de que su control sobre la ciudad necesitaba ser reafirmada.

Confirmando los presentimientos del coronel Ramiro, llegaba a Ilheus el joven Mundinho (José Wilker), un exportador de cacao perteneciente a una rica familia de Sao Paulo que había resuelto instalarse en la ciudad. Lleno de ideas innovadoras y realmente interesado en el progreso político en la región, se asocia rápidamente a la oposición. Una de sus primeras propuestas fue la de construir un puerto para la ciudad, lo que lo puso en conflicto directo con Ramiro.

La rivalidad fue aún más profunda cuando Mundinho se enamoró de la nieta favorita del Coronel, Jerusa (Nivea Maria).

La muerte del coronel Ramiro al final de la trama deja en el aire la posibilidad de cambios en la política de Ilheus. Mundinho se convierte en el nombre más fuerte del panorama político local y en la imagen misma de la renovación. 

Entre tanto, en la última escena de la novela, aparece todo de blanco, siendo aclamado por las mujeres bahianas que le besan la mano en una plaza pública, un gesto que se aplica como una forma de reverencia a coroneles de la región. La esperanza de cambio de esa forma amenaza con volverse solo una promesa.

Otro conflicto que marcó la trama de "Gabriela", fue la lucha de las mujeres a liberarse del yugo implacable de la autoridad patriarcal. En el nombre del amor que sentía por el profesor Joshua, un poeta romántico, más viejo y sin dinero, el personaje de Malvina (Elizabeth Savala), se enfrenta a su padre, el coronel Melk Tavares (Gilberto Martin), y toma una posicion adelantada para las mujeres de la época , rechazando un matrimonio establecido por los padres.

Luego, para escándalo de todos, Malvina vive el romance - y una gran decepción - con el galán Rómulo Vieira (Marcos Paulo), que no estaba separado. Ella renuncia a todo para salirse con la suya, y a pesar de habérselo prometido,  el no llego a su encuentro.

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