DERECHO DE AMAR (1987)




Ambientada en Río de Janeiro a principios del siglo XX, la trama se basa en la telenovela Novia de la oscuridad, de Janet Clair, escrita en los años 50. Ya al principio de la novela, la euforia por el cambio de siglo se propaga por la ciudad.


Esa noche de alegría y esperanza, dos jóvenes se enamoran durante una fiesta de disfraces. Incluso sin saber quiénes son, Rosalía (Gloria Pires) y Adriano (Lauro Corona) bailan toda la noche. Después del baile, se separan, pero no se detienen a pensar en los demás y hacen todo lo posible para reunirse de nuevo. Excepto que nada es tan fácil como imaginaban.


Para salvarse de la quiebra, el padre de Rosalía, el industrial Augusto Medeiros (Edney Giovenazzi), hipotecó la casa y prometió a su hija en matrimonio al poderoso banquero Francisco Monserrat (Carlos Vereza) padre de Adriano. Rosalía, aun enamorada de Adriano, se ve obligada a casarse con el banquero.

Su dolor lo comparte con su madre, Leonor (Esther García), quien, a pesar de siempre haber estado de lado de su marido, no puede soportar ver el triste destino de su hija. A pesar de ser un hombre autoritario y cruel, Monserrat está verdaderamente enamorado de Rosalía y trata de ganar el amor de la chica, quien es la única persona de la que se preocupa con cuidado y atención. La víctima de la dedicación de Monserrat a Rosalía es Adriano, obligado a vivir todos los días con su gran amor.


Quien también intenta interrumpir el romance entre Rosalía (Gloria Pires) y Adriano (Lauro Corona) es Paula (Cissa Guimarães), prima de la joven. Enamorada del chico, ella finge ser confidente de Rosalía, pero en el fondo, se esfuerza por evitar el encuentro de los dos. Después de muchas artimañas, Paula fija su matrimonio con Adriano. Sin embargo, al final de la historia, se queda con Rosalía.


Otro personaje importante en la historia es el Dr. Jorge Ramos (Carlos Zara), que se convirtió en el enemigo del banquero Francisco Monserrat (Carlos Vereza) cuando los dos competían por el amor de la misma mujer. Además, al villano no le gusta la influencia que juega Ramos en la vida de Adriano (Lauro Corona), sobre todo en su elección profesional. Siguiendo los pasos y su guía, Adriano descubre su vocación por la Medicina.
Paralelo a la disputa entre padre e hijo por la misma mujer, otra trama llama la atención de los espectadores: el misterio que rodea a Joan (Itala Nandi), una mujer declarada como loca, que vive atrapada en dos piezas de la casa del poderoso banquero Francisco Monserrat (Carlos Vereza), la que es maltratada por él. En el transcurso de la trama, el misterio que rodea a Joan y Monserrat se va esclareciendo. Con la ayuda de Adriano (Lauro Corona) y de Rosalía (Gloria Pires), Joana va a a ser tratada por el médico Ramos (Carlos Zara) y, poco a poco, empezara a recordar su pasado.
Su verdadero nombre es Bárbara. Hace unos años, ella tenía un hijo que le fue arrebatado de los brazos siendo un bebé, por Monserrat, su marido. En vez de matar al niño, a sabiendas de que el niño no era suyo, prefirio simular la muerte de su esposa y criar al niño como su heredero legítimo. Desde entonces, la perturbada emocionalmente, Barbara, a quien llamó Joan, se fue a vivir como presa con el banquero. Su hijo es Adriano, fruto de su relación con Ramos, quien se convirtió en el principal rival de Monserrat.




Después de revelada la verdad, Monserrat reta a un duelo a Ramos. A pesar de ser un excelente tirador, Monserrat apunta con su arma de fuego al aire y se deja matar.



El personaje de Carola (Cristina Prochaska), una mujer moderna, también se destaca. Bonita y femenina, la joven sorprende porque vive sola y trabaja. Es alegre, audaz en el pensamiento y en la vestimenta. Frecuenta la bohemia en la confitería de Manel (Elías Gleizer) y Catherine (Yolanda Cardoso), lugar de reunión de varios personajes de la historia.




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