EDWIN LUISI (1947-)


Edwin Frederico Luisi (São Paulo, 11 de febrero de 1947) es un actor brasileño. Debutó en Globo en1976, ya con gran éxito en la telenovela Escrava Isaura, de Gilberto Braga.

Edwin Frederico Luisi nació en São Paulo, el 11 de febrero de 1947, en el seno de una familia de origen italiano. Pero fue bautizado con un nombre alemán, en honor al médico que trajo al mundo a la mayoría de sus tíos. Edwin Friedrich Zink, de quien sus padres pensaron que el menor también heredaría la profesión. Pero Edwin, el actor, optó por la dramaturgia y, para evitar confusiones en la vida pública, insiste hasta el día de hoy: “Mucha gente se hace llamar 'Eduin', porque es un nombre anglosajón, pero en Alemania la w tiene un de v, como en Werneck y Volkswagen. Así que Edwin es 'Edvin'".

A excepción de él, la familia tenía nombres muy tradicionales, como el de su madre, María Miguelina Luisi, ama de casa más conocida como Ninon; y su padre, Vicente Luisi, un contador que invirtió en una fábrica de aluminio y logró darle a su hijo una vida cómoda, incluyendo buenas escuelas. Edwin era disciplinado en el deporte -entrenaba Gimnasia Olímpica cuatro horas diarias, desde los 11 años- y, de adolescente, optó por la carrera Científica, con la mirada puesta en la Facultad de Medicina. Pero algo no salió según lo planeado. “Yo pertenecía a Humanidades, ¡no había manera! Un día, cuando me estaba graduando de Ciencias, fui a ver una disección de cadáver, para hacerme un examen médico. En la primera carnicería salí y dije: '¡doctor, nunca!'".

El impacto visceral sumió al niño en una crisis existencial: al fin y al cabo, ¿qué quería ser de mayor? Mientras tomaba una decisión, se inscribió en un curso de teatro por invitación de un amigo. Ahí es donde se encontró a sí mismo. “Y fui al teatro de Nídia Lícia, pero no quería hacer teatro, entré tan sin expectativas y me sentí muy cómodo. Me gustaba ser payaso, hacer mis locuras… Estaba muy atrapado, era lindo dejarlo ir. Los profesores fueron donde mis padres y les dijeron: 'Tiene que hacer teatro, es muy bueno'. Y terminé haciendo una obra de teatro para niños, el papel principal”.

Luego se fue a Francia en 1968 para estudiar Historia del Arte con una beca. Allí fue testigo de los movimientos sociales que tomaron las calles de París y adoptó su nueva identidad: actor brasileño. Cuando regresó a São Paulo en 1970, decidió dedicarse a la política: ingresó a la Escuela de Arte Dramático de la USP y utilizó su talento como medio de transformación social.

En la década de 1970, Edwin se debatía entre la televisión y el teatro. En 1972 debutó en TV Tupi en la telenovela Camomila e Bem Me Quer, de Ivani Ribeiro. Permaneció en la emisora ​​durante cuatro años, habiendo actuado en otras tramas, como Vila do Arco (1975), de Sérgio Jockyman; y Canción para Isabel (1976), de Heloísa Castellar.

En escena, interpretó al cangaceiro Beatinho, en El evangelio según Zebedeu (1973), de César Vieira; participó en las obras de teatro Ensaio Selvagem, de Zé Vicente; Los Ejecutivos, de Mauro Chaves; en la adaptación de Ricardo III, en la que vivió Lord Richmond.

Otro camino que se le abrió al actor -que quería ahorrar dinero para empezar a construir su vida- fue el de los comerciales de televisión. Su trabajo como poster boy de una marca de guaraná lo llevó al prime time de Globo, abriéndole puertas para que en poco tiempo lo llamaran a trabajar en la emisora. Edwin conoció al escritor Gilberto Braga, quien lo postuló para interpretar al bueno de Álvaro, en el gran éxito de la dramaturgia Escrava Isaura (1976).

El actor, nuevo en Globo, lidió con los sentimientos polémicos del público en ese momento: una parte lo odiaba, la otra lo amaba. Edwin Luisi cuenta que su vida cambió radicalmente: “Tuve que vender mi bicicleta, no podía ir a la playa y era un susto. A los 29 años mi carácter ya estaba formado y al principio tuve un proceso de rechazo muy violento. Me convertí en una persona cerrada”.

Pero fue por poco tiempo. Cuando Álvaro empezó a mostrarse como el tipo que salvaría a la esclava Isaura, se hizo popular entre el público. Para el actor, uno de los mayores desafíos de las grabaciones fue la vestimenta: muchas escenas se realizaron al aire libre, en una finca en Vassouras, en el interior de Río de Janeiro, y el calor se convirtió en el principal rival.

Al final, todo salió bien y Escrava Isaura se hizo mundialmente conocida. 

Poco después de Escrava Isaura, Edwin Luisi fue invitado a interpretar al artista Daniel, enamorado de la avariciosa Rosália (Nívea Maria), en Doña Xepa (1977), novela escrita por Gilberto Braga y dirigida por Herval Rossano. Daniel formaba parte del triángulo amoroso formado por el villano que se dividía entre el rico Heitor (Rubens de Falco) y el humilde joven. Edwin recuerda que su personaje tuvo un gran éxito entre el público femenino, porque “era un apasionado, una persona que sufría y lloraba de amor”.

Encantado por el público, Edwin Luisi sorprendió a todos en O Astro, de Janete Clair, al interpretar al pícaro Felipe Cerqueira, quien, al final, se reveló como el asesino del industrial Salomão Hayala (Dionísio de Azevedo). El misterio que angustió a Brasil en 1978 fue guardado bajo llave por pocos, incluido Edwin, quien le prometió a Janete Clair que no le contaría el desenlace de la novela ni siquiera a su madre. “Era el amante de la mujer de Salomão Hayala, se endeudó por culpa de las drogas y acaba robándole el dinero a Salomón, quien se entera, pero muere por ello”.

Para registrar la escena del crimen, Edwin usó una barba postiza, ya que tenía una cara suave, a diferencia del comienzo de la novela. Además, el trasero a cámara lenta había sido concertado previamente con el director. Pero he aquí que en la postproducción se decidió no acelerar artificialmente la escena, como estaba previsto. Y la muerte de Salomão Hayala tomó contornos dramáticos, siendo observada por millones de brasileños.

Además de los dos personajes destacados, también actuo en Globo en esta primera etapa como, el profesor de matemáticas Sérgio, en Pecado Rasgado (1979); el galán David, en As Três Marias.

En la novela Sétimo Sentido (1982), de Janete Clair, dirigida por Roberto Talma, Edwin enfrentó el desafío de interpretar al ciego Rubem, quien se involucraba con Érika (Lisa Vieira), una niña muy inteligente que tenía dificultades motrices a causa de poliomielitis en su infancia infancia. La preparación para el papel fue intensa.

“Hice una investigación en el Instituto Benjamin Constant durante cuatro días: fui allí, hablé con los ciegos, caminé con ellos, incluso me vendé los ojos, para salir con ellos, para saber cómo era. Estas cosas de la profesión son muy bonitas”.

En 1988, retrocedió en el tiempo y vivió en un Brasil tomado por el caos, antes de la Proclamación de la República. En la miniserie Abolição, de Wilson Aguiar Filho, Edwin interpretó al caricaturista Ângelo Agostini, un abolicionista convencido.

Otro trabajo que conmovió mucho al actor fue el sensible Aurélio, en la miniserie O Portador (1991). La trama de José Antônio de Souza abordaba, con delicadeza y optimismo, las dificultades que enfrentan los portadores del VIH. En esta historia, Aurélio era un hombre correcto y distinguido, homosexual que tenía un novio, portador del virus, en fase terminal.

A partir de la década de 1990, entre las idas y venidas de Globo, Edwin participó en otras obras, como Mulheres de Areia (1993), Por Amor (1997), Suave Veneno (1999), Uga Uga (2000); en las miniseries A Muralha, O Quinto dos Infernos (2002), Mad Maria (2005).

En 2013, Edwin interpretó al peluquero Tio Lili, en la telenovela Sangue Bom. Un papel que el actor consideró hilarante y “muy divertido de interpretar”. “Con Lili, traté de escapar del estereotipo del peluquero gay en una telenovela o programa de comedia donde el gay está muy afectado. Inventé algunos eslóganes y me dio mucha alegría hacerlo”. En la trama, Tío Lili era conocido por comentarios como “Me voy a recoger el rabo”, cuando el personaje se retiraba de alguna situación.

En 1984, Edwin dejó Globo para trabajar en TV Manchete. En la emisora ​​competidora, actuó en Marquesa de Santos (1984), Tudo em Cima (1985), Dona Beija (1986) y Tudo ou Nada (1987). En las décadas de 1990 y 2000, también trabajó en SBT y Record. A través de TPA – emisora ​​portuguesa – Edwin enfrentó el desafío de participar en la primera telenovela angoleña, Minha Terra, Minha Mãe, en 2009, justo después de la guerra civil en ese país.

El actor también trabajó en largometrajes, como Aleijadinho – Paixão, Glória e Suplício (2003), Mauá – O Imperador e o Rei (1999) y Sonhos de Menina Moça (1987).

Edwin Luisi se define como actor de teatro. Su trayectoria en los escenarios es larga y abarca su carrera en la televisión: siempre se ha dividido entre las dos profesiones, encajándose, de vez en cuando, en el cine. ¡Toma aliento!

Algunas de las obras que más le gusta recordar al actor son: À Margem da Vida (1976), Amadeus (1982), Freud, no País da Alma (1984), dirigida por Flávio Rangel; y la más reciente Tango, Bolero e Chá, Chá, Chá (2001), en la que interpretó a un travesti que decide volver con su mujer, al lado de Bibi Ferreira; y Triunfo Silencioso (2005), dirigida por Bernardo Jablonski y Fabiana Valor.

En 2007 ganó el Premio Shell, en la categoría de Mejor Actor, por su actuación en la obra Eu Sou Minha Própria Mulher, dirigida por Herson Capri y Susana Garcia, en la que el actor interpreta a Charlotte von Mahlsdorf, y otros 23 personajes. En 2015 volvió a los escenarios con la comedia Barbaridade, obra teatral cuyo guión fue escrito por Luis Fernando Veríssimo, Zuenir Ventura y Ziraldo.

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